En el año 2011 no sólo se continuó con la entrega de las computadoras portátiles correspondientes al programa Canaima Educativo, también los estudiantes de Educación Básica recibieron, por primera vez, un compendio editorial completamente gratuito en el que se abordan los contenidos obligatorios de Lengua y Literatura, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales y Matemáticas: la Colección Bicentenaria.
Fueron 12 millones de libros editados por el Ministerio de Educación (ME) con el apoyo de más de 60 investigadores, pedagogos y profesores venezolanos, orientados a la promoción del pensamiento crítico, analítico y creativo para la transformación de la realidad, explicó la titular del despacho educativo, Maryann Hanson.
"Nosotros no promovemos un pensamiento repetitivo, memorístico, mecánico, reproductivo, que en el resultado es convergente, sino un pensamiento creativo, reflexivo, para la transformación de la realidad. Es el pensamiento que los técnicos en educación llaman pensamiento divergente", sostuvo la ministra.
La elaboración de los contenidos, el diseño e impresión de los textos ameritó una inversión de más de 195 millones de bolívares asumidos por el Gobierno Nacional, quien también estuvo a cargo de la distribución de la colección – compuesta por 4 libros – entre alumnos de 1º a 6º grado de escuelas nacionales, estatales, municipales, distritales y subvencionadas por el Estado.
Karibay, Antonio José, María Antonia y Juan fueron los personajes creados por los diseñadores de la colección para guiar a los estudiantes en la aventura de aprender. Desde la Guajira, Karibay representa a los pueblos indígenas emplazados en esta localidad: barí, yukpa, arawacos, caribes, y chibchas. Antonio José – un niño cumanense con discapacidad motora – emprende su viaje al conocimiento en silla de ruedas guiado por el legado del prócer oriental Antonio José de Sucre; María Antonia, caraqueña de origen, refleja el mestizaje en su tez blanca y en sus ensortijados bucles rubios; también Juan, quien con su piel color cacao hace honor al santo venerado con repique de tambores en las costas venezolanas.
Para la profesora Rosa Becerra Hernández, coordinadora de los textos de Matemática, estos personajes no sólo reflejan la diversidad inherente al perfil poblacional de Venezuela, también permiten a los niños sentirse identificados y partícipes del proceso de aprendizaje.
Algunos de los propósitos del ME fueron romper con la educación academicista tradicional; presentar el conocimiento como integrado, indisolublemente vinculado a la realidad; así como fomentar la conciencia y la valoración de la cultura local y latinoamericana, explicó Hanson.
"Si hay algún elemento común a todos los libros es que han sido elaborados para el desarrollo del pensamiento reflexivo, del debate, del análisis, de la síntesis creativa y la transformación de la realidad social", agregó Hanson.
Ciencias Sociales: una historia narrada desde los márgenes
Nohemí Frías, colaboradora de los textos en Ciencias Sociales, fue taxativa: "quisimos reivindicar la posibilidad de que ningún ciudadano ni ciudadana sea excluido de la historia de los procesos sociales".
Con este objetivo en mente, los textos de 1º a 3º grado ofrecen nociones de tiempo y espacio fundamentales para generar en los tres niveles siguientes el proceso de aprehensión de la dinámica histórica, vinculada al contexto geohistórico (propuesta teórico – metodológica para el análisis del espacio como producto social, consecuencia de la acción de los grupos humanos y de la realidad histórica).
Una narrativa construida desde el lugar de enunciación de los grupos marginados que se abren camino en el discurso histórico hegemónico -con falsas pretensiones de universalidad- corrige una noción de historia que por sesgada y eurocéntrica resultaba incorrecta.
"El proceso histórico que se construye y se reconstruye parte de una interacción en lo cotidiano", dice Frías, y con ello deja sentada la estrategia pedagógica que se utilizó en los libros para reivindicar al estudiante como sujeto partícipe y hacedor del proceso histórico local, regional y universal.
Matemáticas: más que algoritmos y fórmulas
"La matemática como algo ascético, objetivo, es una gran mentira", sentencia Rosa Becerra Hernández, coordinadora de los textos bicentenarios en esta disciplina. Pues si algo es ostensible para esta profesora, investigadora y autora sobre el razonamiento lógico, es su capacidad para construir valores ciudadanos.
La Matemática recontextualizada es entonces la alternativa propuesta en la colección que estuvo encargada de dirigir.
Los porcentajes se aprenderán a través de lecciones como "Los vampiros eléctricos", que más allá de enseñar cómo se realiza una regla de tres fomenta la conciencia sobre la necesidad del ahorro energético.
"No se trata de matemática pura, sino de enseñanza de la matemática y en eso hacemos una combinación de historia, cultura así como de algoritmos y fórmulas. Los niños aprenden las medidas de longitud a través de un barril de petróleo, por ejemplo, y más allá de ver un dibujo de un barril, en la sección "Algo más" les explicamos cómo la actividad petrolera es la principal fuente económica del país", dice.
Lengua y Literatura: autoría venezolana y latinoamericana como sustrato de la alfabetización
Los distintos géneros narrativos no serán el complemento de las lecciones de lengua, por el contrario, serán los protagonistas. Y es que si los aspectos gramaticales forman parte de la lengua y los ortográficos de la escritura – como explica la coordinadora de esta área, Magaly Muñoz - lo correcto es presentar la lengua como circula socialmente y sobre ella aplicar las lecciones.
"En estos nuevos textos el contenido es la lengua en toda su complejidad, incluida la función que cumple socialmente. La lengua como herramienta para formular hipótesis, para aprehender al realidad. Por eso vamos a ver las lecciones usando textos como cuentos, leyendas, mitos, biografías primordialmente de escritores latinoamericanos y venezolanos", afirma.
Para Muñoz, la estrategia tradicional de alfabetización a través de letras, sílabas, palabras y luego oraciones obedece a una lógica empleada en la Edad Media y especialmente durante la Revolución Industrial para formar a la clase obrera de forma tal que pudiera leer, escribir y comprender instrucciones, mas no fuera capaz de asumir una postura crítica.
Con los textos se busca revertir esta tendencia institucionalizada para alimentar las bases de la educación liberadora que dio sentido a la producción de toda la colección.
Ciencias Naturales: conocimiento al servicio del desarrollo sustentable
Un desarrollo científico y social que respeta los límites de la naturaleza, una ciencia puesta al servicio del bien común y del buen vivir fueron los tres ejes rectores que guiaron la producción y el abordaje pedagógico de los contenidos de Ciencias Naturales de la colección Bicentenaria.
Para trasladar estos conceptos a la enseñanza de la ciencia, Adriana Marchera, una de las autoras en esta área, explicó que se presentó el conocimiento científico de forma amigable y como posible en la vida real. "Se demostró el carácter científico que tienen actividades cotidianas como la observación, la estimación y la medición para que los niños no se sientan aterrados ante las ciencias naturales".
Jesús Azuaje, coordinador del área, agrega que el fin último perseguido con esta pedagogía es que la ciudadanía se empodere de unas ciencias naturales incorporadas a su vida para lograr una definitiva independencia científica y tecnológica que conviva con el respeto al medio ambiente.
"Aquí visibilizamos a nuestros tecnólogos populares: Luis Zambrano, Francisco Bastidas, por ejemplo, y también la producción científica que tienen nuestros investigadores, como el doctor Jacinto Convit; en suma, damos a conocer la ciencia hecha por venezolanos para venezolanos como ejemplos a seguir", explica.
Para el año escolar 2012-2013 la Colección Bicentenaria se extenderá a los estudiantes de Educación Media, según informó Hanson en el acto de lanzamiento de los textos realizado en Miraflores el pasado 22 de agosto de 2011.
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