El beneficio no es económico, es
educación, es información", así describía el trabajador de la Industria
Canaima, José Leonardo Torres, el resultado de su labor en esta empresa
socialista de tecnología.
Torres es uno de los 24 trabajadores de la Gran Misión Saber y
Trabajo Venezuela que este viernes se incorpora a las labores de Industrias
Canaima, ubicada en la Basé Aérea Generalísimo Francisco de Miranda, Caracas.
A partir del 1 y hasta el 14 de agosto estos venezolanos estarán
recibiendo formación sociopolítica y posteriormente serán capacitados
técnicamente para la producción de la serie de computadoras Canaima, las cuales
serán entregadas a estudiantes de educación primaria para el fortalecimiento del
proceso de enseñanza.
En septiembre otro grupo de 62 venezolanos se incorporarán a
esta industria que en la actualidad produce en su primera fase 120 mil Canaimas
al año en un turno de trabajo.
A pesar de que no tiene hijos, Torres siente una gran emoción y
así lo expresa, pues le satisface saber que el producto de su esfuerzo
regresará a él indirectamente, cuando vea a los niños de su comunidad y de su
familia manipular esta herramienta tecnológica de gran calidad.
"He tenido la oportunidad de trabajar en empresas
capitalistas y la diferencia es que el beneficio no es para un empresario ni
para un grupo personas es para la mayoría del pueblo de Venezuela. Me siento
orgulloso y lo retribuiré con mi trabajo, con mi conocimiento", expresó el
trabajador quien actualmente cursa el último semestre de informática en el
Instituto Universitario de Tecnología Venezuela.
A su lado la joven Sarah Bustamante, quien actualmente se
encuentra dignificada en el refugio "Los Kirikiritos", en Antímano,
Caracas, relata su emoción de trabajar en esta empresa. Destaca cómo sus dos
hijos, a quienes se les entregó Canaimita en su escuela, se emocionan al saber
que su mamá contribuirá a que otros compañeros, que como ellos no tienen
recursos económicos para adquirir un computador, también disfruten de esta
herramienta.
"Me siento muy orgullosa, mis hijos estudian en un colegio
bolivariano. Les he contado a mis hijos y están muy felices, me dicen mamá:
¿Vas a ser tu quien hace las Canaimas?, mami, que felicidad, cuando se dañe la
mia me la arreglas. Me siento muy feliz con eso", expresa Sarah desde el
galpón de 3.300 metros cuadrados que se está adecuando para la implementación
de la segunda fase que consiste en la instalación de una línea con capacidad de
producción de al menos 500 mil computadores portátiles y otros equipos de
telecomunicaciones.
Tanto Sarah como Torres formarán parte de los 22 mil 200
ciudadanos que se encuentran incorporados a los proyectos del Estado venezolano
y de los aproximadamente 34 mil que están en formación para integrarse a un
trabajo productivo que, tal como lo expresó en el lugar el ministro de Ciencia,
Tecnología e Innovación, Jorge Arreaza: "represente para ellos un proyecto
de futuro. Que sean el gran injerto dentro del mundo laboral en Venezuela, superando
la cultura y la lógica del capital e imponiendo por el pueblo organizado la
lógica del trabajo, la lógica de que el trabajo nos libere y no nos
esclavice".
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