Windows 8, la más reciente encarnación del
sistema operativo de Microsoft, no se está vendiendo como ellos lo hubieran
deseado.
Su nueva interfaz Modern UI,
basada en cuadros y rectángulos interactivos que se actualizan para mostrar
información, es atractiva. Está diseñada para pantallas y dispositivos
táctiles, como tabletas y teléfonos inteligentes. Pero no es nada aconsejable su
uso si usas un computador tradicional.
Este producto tiene dos
ambientes de operación: uno para las aplicaciones “nuevas”, que deben rehacerse
para cumplir con los lineamientos de interfaz dictados por Microsoft, y otro
para el software “antiguo” (hecho para Windows 7 o XP).
Jakob Nielsen, autoridad mundial en materia
de usabilidad e interacción humano-computador, calificó a Windows 8
de“decepcionante”. Para Nielsen, el tener dos ambientes causa dificultades a
los usuarios,
Al aumentar la cantidad de interacciones para
hacer una tarea y obligarles a memorizar cómo hacer las cosas en un ambiente y
en otro.
Nielsen obtuvo un Ph.D en
interacción humano-computador en una de las universidades más prestigiosas de
Escandinavia, la Universidad Técnica de Dinamarca, y desde entonces ha
construido una reputación como una de las máximas autoridades en la materia y
ha escrito 7 libros sobre usabilidad. En el pasado, ha felicitado a Microsoft
por algunos de sus logros. Pero este no es el caso.
Otro asunto a considerar sobre Windows 8,
es que te obliga a actualizar su equipo
ModernUI exige monitores con
resolución de al menos 1024×768 píxeles, pero si deseas ver dos aplicaciones de
forma simultánea, requieres 1366×768 píxeles. Esto descarta a las netbooks, a
la mayoría de las laptops y a los computadores de escritorio con algunos años
de antigüedad. De allí que, para usar un computador con Windows 8 cómodamente,
tal vez tengas que gastar Bs. 1.700 en un monitor nuevo.
Cualquier versión de Canaima o
Ubuntu te permite ver muchas aplicaciones al mismo tiempo. Windows 8 te limita
a dos. Para Nielsen, esto es entendible en tabletas y celulares, pero no en un
computador donde tu trabajo te obliga a tener varios programas abiertos para
compartir información entre ellos. “Cuando los usuarios no pueden tener varias
ventanas abiertas simultáneamente, les toca mantener memorizar la información
de una ventana mientras activan la otra“, explicó Nielsen. Esto es
problemático, pues “la memoria humana de corto plazo es notoriamente débil” y
el trabajar con una sola ventana sin ver las demás aumenta mucho los esfuerzos
cognitivos.
¿Por qué Microsoft desea que
la gente eche a la basura sus equipos, si aún funcionan bien? ¿Por qué quieren
que paguemos por sistemas que disminuyen nuestra productividad y nos dificultan
el trabajo?
Nielsen predice que quienes
compren Windows 8 tendrán que pagar pronto para adquirir la supuesta solución:
Windows 9, que “sí funcionará bien”. Así pasó con el problemático Windows Vista
y su sucesor, Windows 7.
En el mundo empresarial, el
asunto es peor: usar Windows 8 implica no sólo comprar licencias a Microsoft,
sino capacitar a sus empleados en el uso de esta doble interfaz, modificar sus
aplicaciones para que cumplan con los lineamientos de Windows 8, y actualizar
los equipos cuyos monitores no tengan la resolución necesaria. Una empresa
pública como Pdvsa, que no tiene intenciones de migrar a software libre, tendrá
que gastar millones si sigue el camino de Windows.
Quienes apoyamos el conocimiento libre
tenemos una objeción aún más importante contra Windows: es un producto de
código cerrado.
No podemos ver el código
fuente de sus aplicaciones, no podemos conocer cómo está hecho, no podemos
certificar que no se use para espiarnos, ni mucho menos podemos modificarlo
para adaptarlo a nuestras necesidades, como sí ocurre con el software libre. El
sistema operativo Debian GNU/Linux ha sido modificado extensamente por el
Centro Nacional de Tecnologías de Información (CNTI) y otros entes del Estado y
comunidades venezolanas, creando la distribución venezolana Canaima GNU/Linux,
que es de amplio uso en 2 millones de Canaimitas y cientos de miles de equipos
de la administración pública.
Al ver este sombrío panorama
creado por Windows 8, es que entendemos mejor la decisión del Presidente Chávez
al decretar el uso de software libre en el Estado.
En el mundo del software libre, tenemos
mucha variedad. Si queremos interfaces táctiles, tenemos a Unity, Gnome Shell y
KDE Plasma Active.
Y quienes seguimos con teclado
y ratón podemos escoger entre Gnome 2, XFCE, LFCE, KDE, Mate, Cinnamon, Sugar y
muchas otras. Incluso podríamos crear un proyecto para crear nuestra propia
interfaz de usuario. El ser dueños del conocimiento te permite elegir lo que
realmente necesitas, y no lo que la gerencia de mercadeo de Microsoft te quiere
imponer. Pero sólo podemos ser dueños del conocimiento detrás del software, si
su código fuente es libre.
Luigino Bracci
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