Un paseo por las nubes inicia tras apretar el botón de encendido de una Canaima


 Aprender jugando en el ciberespacio de una Canaima

Un paseo por las nubes inicia tras apretar el botón de encendido. Los viajeros del aire aterrizan, segundos después, en el mapa de Venezuela, donde son recibidos por sus pares infantes en forma de caricatura. Este recorrido cibernético lo conocen más de 2.500.000 estudiantes de primaria que han recibido ya su Canaimita.

Estudiar con una Canaimita conjuga lo lúdico y lo pedagógico. Que lo diga Giovanni Villalobos, estudiante de 6º grado en la Escuela República Bicentenaria, ubicada en Parque Central, Caracas. Desde hace 3 meses la computadora portátil comparte espacio en su morral con cuadernos, libros y cartuchera.

"Para mí las Canaimas son de muy buena enseñanza, nos enseñan los contenidos desde 2º a 6º grado, es más cómoda y lo 'chévere' es que son para usarse también en la casa y aprender muchas más cosas con Internet, por eso no es lo mismo aprender del pizarrón que con la Canaima que tiene tantas cosas", dice Giovanni, quien se declara todo un experto en el uso de esta herramienta informática de estudio.
"Hijo, pareces todo un técnico", le dijo una mañana su mamá al verlo repasar las lecciones en su computadora. Y tras recordar la anécdota, comenta que la experiencia de estos últimos tres meses ha abonado el camino para definir una vocación: de grande Giovanni quiere ser ingeniero informático, igual que su hermano mayor.
La pantalla muestra su lección favorita, titulada "Cómo cuidar nuestro cuerpo", en la portada de lo que parece un libro que se recorre con teclas, dos preadolescentes saltan la cuerda en un parque natural. La computadora interroga a Giovanni con cuatro preguntas puntuales cuando concluye la lección.


"¿Qué lección has visto hoy? ¿De qué forma podemos cuidar nuestro cuerpo? ¿Cuáles son las ventajas de cuidar nuestro cuerpo? ¿Qué harás para empezar a cuidar el tuyo?, interrogantes cuya respuesta da por terminada la clase.
La comunicación entre la Canaimita y niño se establece a través de las ADA, no madrinas, sino las Actividades Digitalizadas de Aprendizaje (ADA). El software también contiene videos. En total son unos 246 contenidos disponibles en el canal de estudiantes. Y es que la familia y los docentes también cuentan con sus respectivos canales de acceso para supervisar y evaluar actividades y contenidos a los que acceden los niños mediante su Canaimita.

"Ahorita estamos trabajando con lectura, ciencias sociales, historia (...) abrimos la Canaima y las lecturas que nos envía la profesora la pasamos a un pen drive para que todos trabajemos cómodamente, es súper fino", explica Giovanni. 
Encendidas las Canaimas del salón de 6º grado A, la escuela se pone de fiesta, el alegre compás de la música es el telón de fondo para que las figuras que viven dentro de la pantalla crucen las esquinas de un escenario que recuerda el paisaje urbano de una zona popular de Caracas, San Agustín, quizá.

Precisamente en la parroquia San Agustín vive Michelle Bonderlinder, también estudiante del último año de primaria y compañera de estudios de Giovanni. A Michelle le gusta cuidar el aspecto original de su Canaimita. "Yo no le pongo calcomanías ni nada de eso, porque es más bonita así, toda blanquita y bien limpia".
Hace tres meses también recibió su portátil, producto del proyecto que nació en el año 2008 con la firma de un acuerdo de cooperación entre los gobiernos de Portugal y Venezuela.

"Con la Canaima aprendemos bastante y seremos unas personas súper preparadas el día de mañana por todos los conocimientos que estamos aprendiendo ahorita (...), estudiar en la Canaima es mucho mejor porque es más cómoda y podemos aprender mucho más", agrega para luego explicar que todas las noches, antes de dormir, carga por 2 horas su Canaimita.

La carga nocturna diaria, así como la limpieza con una toallita empapada en alcohol, son dos prácticas cotidianas que se han convertido en ritual de cuidado de la máquina. Mientras Giovanni habla, Michelle lo interrumpe sorprendida para decir que tiene la misma lección favorita.
"Aprendemos a cuidar nuestro cuerpo en la adolescencia y de niños, la lección nos enseña a no dejarnos tocar, porque nuestro cuerpo es nuestro y a respetarnos", explica esta hija única, que cuenta también como su mamá celebra lo que ha aprendido y le recuerda con frecuencia la utilidad de tener una Canaima para aprender desde pequeña a utilizar las Tecnologías de Información y Comunicación (Tics).

Tres meses atrás no sabía utilizar una computadora, tampoco había una en su hogar. Michelle fue de las estudiantes que, durante los primeros días, tuvo que prestar atención extra cuando las maestras del colegio República Bicentenaria explicaban daban charlas cobre el funcionamiento de la computadora. Para los olvidadizos, un tutorial en la introducción esclarece las dudas más frecuentes.

No acerca nunca del todo los dedos a la pantalla, ni siquiera para señalar un detalle sobre el que se le pregunta. La limpieza de su portátil es una de sus prioridades, por eso de sacarla del forro, poco, mejor resguardarla de la intemperie.
Pero hay también quienes utilizan las bondades de una portátil para repasar las lecciones fuera del salón de clase. La brisa fresca de una Caracas a las 10:00 de la mañana, en horas de receso, es el telón de fondo perfecto para Milagros Olivares, otra de los tres mosqueteros informáticos del 6° grado.

"Me encanta hacer dictados en la Canaimita porque es más fácil escribir, cuando no teníamos Canaimas nos tardábamos más, porque obviamente el lápiz es más lento que el teclado, y también me gusta hacer las tareas con ella".
De las actividades que le permite desarrollar la Canaima, el diseño de mapas mentales es su favorita. De todos lo que ha hecho, el del Sistema Solar fue el que más disfrutó. Al recordar esa tarea, recrea como programa gráfico de la Canaima permite unir formas geométricas para construir la estructura con la que dará forma a la lámina de exposición.

"Mira, agarramos este cuadrito, este circulito y lo ponemos en el espacio donde va", muestra con la pericia de quien ha movido muchas figuritas con el mouse integrado en el teclado.

La concentración es una de las bondades que Milagros le atribuye a estudiar con una Canaima. "Con los contenidos de las áreas, los videos, las tareas, te quedas concentrado. Yo antes, con el cuaderno, me paraba que si a tomar agua, a buscar una galleta, al baño y tardaba mucho más haciendo una tarea".

Para 2013 está prevista la entrega de computadoras Canaima a los estudiantes de Bachillerato. La titular del Ministerio de Educación, Maryann Hanson, indicó que un grupo de docentes, investigadores e informáticos venezolanos trabajan en la producción de los contenidos pedagógicos adecuados para los adolescentes.
Quizá un paseo por las nubes no sea el recorrido con el que los más grandes se inicien en el ciberespacio Canaima. Montañas, mares, desiertos, quizá, pero mientras la expectativa sigue abierta, el destino es el mismo: educación lúdica y acceso a las Tics para todos los niños y jóvenes del país.


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