La Cortesía, es un valor que perdemos día a día.


La Cortesía

La cortesía surge de una entrega auténtica y de ceder voluntariamente al otro parte de nuestro poder, de nuestro placer y quizá de nuestra comodidad... De poco nos servirá ser las personas más cultas y correctas si estas cualidades no nos proporcionan la sensación de bienestar y paz que obtenemos al dar un poco de nosotros mismos.
Ella puede abarcar o se la puede traducir también en cierto modo como todo el aspecto institucional de la vida social, las reglas existentes para el arreglo de los vínculos sociales principales.

Las fórmulas de cortesía son pequeñas frases hechas utilizadas muy a menudo en nuestra vida diaria. Aunque son muy variadas y algunas muy localistas o influenciadas por costumbres locales, vamos a indicar las más utilizadas y comunes que todos solemos utilizar a diario en nuestra vida tanto laboral, como social o familiar.

Las mismas pueden ir acompañadas en algunos casos por gestos como una sonrisa, una leve inclinación de cabeza, un saludo con la palma de la mano, entre otras.

La cortesía es una característica especial de los buenos vendedores y, en general, de las personas que logran tener preferencia cuando se establecen relaciones comerciales. Las personas que son afables son bien recibidas en todas partes y dejan una muy buena impresión respecto de ellos mismos y de la empresa a la cual representan.

Normas de cortesía

Debemos tratar con respeto a las personas, así podemos hablar con mayor claridad y también nos respetarán.
Las normas de cortesía son frases que utilizamos en la conversación para expresar nuestro agradecimiento.
  • Buenos días
  • Buenas noches
  • Buenas tardes
  • Gracias
  • Con permiso
  • Disculpa
  • Muy amable
  • Pase usted
  • Le ofrezco mi puesto
  • Por favor
  • No volverá a suceder
  • Si practicas las normas de cortesía vivirás más feliz en tu comunidad.
La forma más común de saludo es estrechar las manos. Cuando existe más confianza se saluda con un beso en la mejilla. Siempre es muy cortés, al ir de visita, llevar algún pequeño obsequio.
El decálogo de la cortesía
  • Ser afable en el trato con los demás.
  • Cultivar el servicio en bien de otros.
  • Honrar el credo de la amistad con los atributos de la cordialidad, gentileza y desinterés.
  • Ser galante.
  • Saludar amistosamente.
  • Ser solidario con los demás.
  • Reconocer los méritos de otros.
  • Auxiliar al necesitado desinteresadamente.
Ser sumiso a nuestros superiores.

Fórmulas para ser Cortés


Siempre da las gracias por una atención recibida, aunque ésta sea elemental.
  • Llega puntual a los compromisos que tiene.
  • Presta la debida atención a su compañero.
  • Cuando va acompañada de un hombre, se abstiene de fijarse en otros y alabarlos delante de él.
  • Si al entrar en una habitación, toca primero a la puerta y pide permiso, aunque se trate de su propio esposo o sus hijos.
  • Si mantiene sus rutinas de higiene y belleza en privado.
  • Habla en voz baja, y evade temas de conversación sobre temas polémicos o comprometedores.
  • Consulta con su pareja la posibilidad de aceptar o no una invitación en conjunto. No toma sola decisiones que les concierna a ambos.
  • Evita las demostraciones exageradas de amor en público, pero si demuestra su interés en él.
  • Trata de complacer a su pareja y no le impone sus preferencias, ya sea para ver un programa de televisión, al ir a un restaurante, etc.
  • Es amable con los amigos de él, aunque tenga pocos intereses en común con ellos.
  • Siempre es atenta con la familia de él.
  • Cuando lo llama por teléfono, verifica primero si no está interrumpiendo sus actividades.

Condiciones Morales de la Conversación
  • Nuestro lenguaje debe ser siempre culto, decente y respetuoso, por grande que sea la llaneza y confianza con que podamos tratar a las personas que nos oyen.
  • No nos permitamos nunca expresar en sociedad ninguna idea poca decorosa, aun cuando nazca de una sana intención, y venga a formar parte de una conversación seria y decente. Lo que por su naturaleza es repugnante y grosero, pierde bien poco de su carácter por el barniz de una expresión delicada y culta y con excepción de algún raro caso en que nos sea licito hablar de cosas tales entre nuestros íntimos amigos, ellas son siempre asuntos de conferencia privadas, que la necesidad preside y tan sólo ella legitima.
  • Guardemos de emplear en la conversación palabras o frases que arguyan impiedad, o falta de reverencia a Dios, a los santos y a las cosas sagradas.
  • En ningún caso nos es licito hacer mención de una persona por medio de un apodo o sobrenombre. Con esto no solo ofendemos a aquel a quien nos referimos, sino que faltamos a la consideración que debemos a las personas que nos oyen.
  • Nada hay mas vulgar ni mas grosero, que la costumbre de usar de chanzas e indirectas con referencia a relaciones entre personas de distinto sexo, sobre todo cuando aquella a quien se dirigen está acompañada con alguna otra, y cuando no se tiene con ella una intima confianza.
  • Otro tanto debe decirse de la ironía, la cual comunica ala conversación cierta gracia que la hace animada y agradable, cuando se usa con una prudente oportunidad y sin ofensa de nadie.
  • Respecto a las interjecciones, y de toda palabra con que hayamos de expresar la admiración, la sorpresa o cualquiera otra efecto del ánimo, cuidemos igualmente de no emplear jamás aquellas que la buena sociedad tiene proscritas, como caramba, diablo, demonio y otras.

    Normas de cortesía en los mensajes

    Al utilizar el correo electrónico es aconsejable evitar ciertas conductas y seguir una serie de normas que hagan más fácil y cómoda la comunicación con el resto de los usuarios.
Cómo escribir un mensaje:
Hay una serie de normas que facilitan al destinatario la lectura y la comprensión de los mensajes:
Mencionar siempre el asunto. Éste debe describir el contenido del mensaje de forma clara y concreta. Así, el destinatario podrá localizar rápidamente en su bandeja de entrada los mensajes de su interés y ordenarlos. En general, los programas de correo suelen avisar cuando se intenta enviar un mensaje sin asunto, a no ser que esta opción se encuentre desactivada.
Separar el texto en párrafos Es más fácil leer un texto estructurado en párrafos que un interminable mensaje de texto continuo.
Evitar las mayúsculas. Por contraste con las minúsculas, las letras mayúsculas simbolizan gritos; por ejemplo, ciertos comentarios sarcásticos, escritos con mayúsculas, pueden llegar a parecer brutales insultos. Además, un texto escrito en mayúsculas se tarda en leer un 30% más que el mismo texto en minúsculas. Por tanto, sólo deben emplear mayúsculas en los casos que la ortografía lo recomiende.




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