Se deben acordarse modos de presentación de los trabajos. En base a ello, se comienza a fomentar el interés y la participación de los estudiantes. Luego, se deben abordar temáticas que llamen la atención de los niños y a partir de ello, proponer actividades que vayan más allá del típico cuestionario.
Por ejemplo, fomentar la realización de experimentos, visitas a bibliotecas,, etc. (Dependiendo del tema a tocar). Posteriormente, recién se puede acudir a fuentes bibliográficas donde los alumnos comparen y analicen lo trabajado hasta ese momento y lo que plantean los libros y/o internet. De este modo, habrá un proceso de lectura que si o si deberá implicar la compresión e interpretación.
Se debe requerir en forma oral y constantemente que los alumnos argumenten sus respuestas con sus palabras, sólo de esta manera daremos cuenta de cuánto han aprendido hasta el momento. Un clave para evitar el copiado y pegado es evitar preguntas "hechas", por ejemplo "¿Qué es la fotosíntesis?" es un interrogante que fácilmente será resuelto. Se deben proponer situaciones que impliquen explicar, explorar, experimentar, visitar, crear etc. Esto atrapa a los alumnos. Los cuestionarios aburren a los alumnos y por medio de ellos se logran escasos aprendizajes. Debes darle espacio al trabajo oral individual y en grupos, lo cual ayudará a tus clases.
Rescatar la búsqueda e investigación de temas en las bibliotecas , aunque para algunos piensen que es obsoleto debido al internet.
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