La Honestidad, Pásala

Siguiendo el ciclo de valores familiares, presentamos hoy la Honestidad.

Honestidad significa que no hay contradicciones entre nuestros pensamientos, palabras o acciones.

Somos honestos cuando no nos engañamos ni engañamos a nuestros semejantes.

Si queremos ser honestos, debemos empezar por enfrentar con valor nuestros defectos y buscar la manera de superarlos, corrigiendo cada vez que nos equivocamos y cumpliendo con nuestro deber en las labores grandes y pequeñas sin hacer distinción.
Dicen que Diógenes, filósofo griego. Caminaba por la ciudad de Atenas a la luz llevando una lámpara encendida y afirmando que buscaba un hombre honesto.

La persona honesta vive lo que predica y habla lo que piensa, es coherente con lo que dice, hace y piensa.
La honestidad consiste en decir toda la verdad a quien corresponde, de modo oportuno y en el lugar correspondiente.
Decir la verdad no implica ser irrespetuoso con nadie. La persona que miente se hace un daño a sí misma.
Ser honesto es ser transparente; es necesario desprenderse de las máscaras que el ser humano se pone para defenderse, para ocultar sus inseguridades o miedos. El recelo y la agresividad, son algunas de estas máscaras.

  • Una persona deshonesta aparenta lo que no es, por ejemplo, aparenta virtudes que no tiene.
  • Una persona honesta no se preocupa por lo que los demás piensen de ella, vive en paz.
  • Una persona honesta no justifica o excusa sus actos, medita sobre ellos para corregir sus errores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario